Hoy nos gustaría dedicar un ratito a esta planta que nos encanta por muchas razones, su color, olor y propiedades tanto en planta como en seco hacen que sea una de nuestras favoritas y está, es su época de esplendor. Personalmente me gusta hasta la sonoridad de sus dos nombres más comunes lavanda y espliego… ¡ya solo oírlos me transportan!.
Como planta ornamental es perfecta para nuestros jardines, terrazas, balcones, pues dan gran colorido y fragancia en cualquier rincón con un aroma intenso y fresco que, además, tiene propiedades calmantes y también es repelente de insectos.
En infusión se utiliza para calmar nervios, para la ansiedad, irritabilidad, insomnio, taquicardia y migrañas. Es también una buena ayuda para el aparato digestivo. Y por su acción calmante, antiséptica y cicatrizante, en uso tópico se puede aplicar en paños o compresas para tratar los dolores reumáticos. Y qué decir del aroma del jabón de lavanda….
Para utilizarla como decoración en seco también es muy atractiva, desde decoraciones de mesas, jarrones, cajas, etcétera, hasta saquitos de lavanda para aromatizar los armarios y ahuyentar a las polillas.
Os proponemos que si la tenéis a mano, cortéis unos tallos y en un ramillete la colguéis boca abajo a la sombra, a una temperatura inferior a 35º para secarla, una vez seca a ¡hacer volar la imaginación!
Aquí os dejamos algunos ejemplos:
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